sábado, 31 de diciembre de 2011

Fuego y cenizas.

Ser amable con las personas que te han hecho daño no es de ser hipócritas, es de ser lo suficientemente maduro como para soportar su personalidad. ¿Quiere decir eso que ya no me importe nada? Pues no, que por mucho que te diga y por mucho que escuches, donde hubo fuego quedan cenizas, y con el fuego que tú encendiste ya debe ser fuerte el viento como para llevárselas. Que por mucho que me invente más princesas eres tú la única que conseguiste hechizar mi alma, y hasta día de hoy, sigue hechizada. Quizás más quizás menos, pero conserva parte de como te quise el primer día. Puede que ya estemos en otro año, puede que sea otro año en el que voy a sufrir, por lo mismo, por más cosas, pero voy a sufrir. Puede que sea otro año, pero como el amor no sabe de tiempos, da igual cuánto tiempo pase, mientras pase contigo. Da igual si me llenas de alegría o me torturas por dentro, pero mientras te tenga a mi lado sé que voy a estar al lado de algo a lo que agarrarme, aunque me duela.  Eres la única que me has hecho feliz mientras me quemabas, y yo sé lo que significa eso. Por mucho que lo niegue, este sentimiento es eterno, no sé con cuánya magnitud, pero es eterno.